¿Qué es la salmonelosis?
La Salmonelosis es una enfermedad de transmisión alimentaria. Está causada por la bacteria Salmonela. Está muy extendida y afecta cada año a decenas de millones de personas, provocando más de cien mil muertes.
¿Cuándo se manifiestan los síntomas?
Los síntomas se manifiestan después de la ingesta del alimento contaminado, generalmente entre 12 y 36 horas después, aunque puede manifestarse entre las 6 y las 72 horas siguientes.
Generalmente los síntomas son leves, aunque aparecen de forma brusca y las personas afectadas se recuperan sin ningún tratamiento específico, sin embargo, en algunos casos, generalmente en niños pequeños y ancianos, la enfermedad puede causar deshidratación grave y poner en peligro la vida.
Los síntomas son:
- fiebre
- dolor abdominal
- diarrea
- náuseas
- a veces vómitos
y en algunos casos puede causar deshidratación severa.

¿Qué alimentos pueden estar contaminados en origen?
Los alimentos con más probabilidad de estar contaminados en origen por salmonela son:
- huevos frescos
- carne: especialmente las aves y las carnes picadas
- la leche cruda y los productos lácteos no pasteurizados
- vegetales regados con aguas contaminadas
¿cómo puedo evitar la salmonelosis?
Puedes prevenir el riesgo de salmonelosis
- cocinando a más de 70º
- no dejando la carne cruda o poco hecha en su interior
- lavándote las manos para manipular los aliemntos
- utiliza recipientes y utensilios limpios, tanto para cocinar como para emplatar y servir
- evita el contacto entre los alimentos crudos y los ya preparados
- debes lavar y desinfectar los vegetales, y también los que se consumen crudos
- si los alimentos no se consumen en seguida, es importante refrigerarlos o congelarlos.

¿Cómo debemos manipular los huevos?
A la hora de manipular los huevos debemos tener una serie de precauciones
- no comprar huevos sucios o agrietados. Si llegamos a casa y no encontramos uno agrietado debemos tirarlo
- hay que conservarlos siempre en frío, y en su caja original, no los cambies a la huevera
- usa los huevos más frescos para las preparaciones que necesiten ser cocinadas a menor temperatura, como los revueltos, las tortillas, cremas pasteleras, huevos pasados por agua, huevos fritos, etc
- utiliza los huevos más sucios o más antiguos para las preparaciones que requieran altas temperaturas como los bizcochos, flanes o huevos duros.
- lava con agua y seca con papel los huevos justo antes de su uso
- no interrumpas la elaboración, no tardes en cocinarlos.
- no casques los huevos en el borde del plato.
- no utilices las cáscaras para separar las yemas de las claras

Fuentes: aesan, Oms, y los consejos de Gemma del Caño @farmagemma
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